Aunque Dios no está limitado a un espacio físico ni necesita habitar en lugares hechos por mano humana, Él quiso -en el tabernáculo- tener un espacio físico como lugar de encuentro con su pueblo pues Él quiso acercarse más al hombre y caminar con él.
La mensa, convertida en sede del Tabernáculo eucarístico o Sagrario, representa la última fase de la historia del altar. El canon 13 del concilio de Nicea (325), que sancionó que los penitentes próximos a morir no debían ser privados del viático ...